Caléndula
De esta maravillosa planta encontramos dos variedades: una salvaje y otra cultivada. Las dos poseen los mismos principios activos.
Se utilizan solamente las flores. Deben recogerse cuando estén bien abiertas y sin humedad.
Para utilizarla debe estar completamente seca.
Destacan en ella virtudes cicatrizantes, antiinflamatorias, antisépticas, emolientes y suavizantes de la piel.
Se puede usar sobre heridas, llagas, callos, verrugas e inflamaciones cutáneas.
Obtenemos sus propiedades a través de infusión o de oleomacerado.
Imprescindible para realizar cremas y ungüentos.